iMAGINARIO IMAGINARIZADO Y NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES

 Imaginario imaginarizado y nuevos movimientos sociales

Tratando de responder a la siguiente pregunta del catedrático de la Universidad de Buenos Aires, Dr. José Luis Fernández, en nuestra reciente entrevista[1] en torno a mi libro sobre el semiocapitalismo[2], entendido como nueva fase en la evolución del sistema capitalista: ¿cómo la actual vigencia de un “imaginario imaginarizado”, tal como lo planteas en tu libro, puede dar lugar al surgimiento de un nuevo tipo de movimientos sociales?

Y mi respuesta es la siguiente: tradicionalmente, la religación social se ha producido a través de la proclamación de una determinada doctrina o “verdad” indiscutible, cuya aceptación venía a constituir el requisito para ocupar un determinado lugar en la sociedad establecido. Y si esto ha sido un hecho indiscutible en el caso de las formaciones sociales de índole religioso, lo mismo ha sucedido, con determinados matices, en el caso de la Edad Moderna europea aglutinada en torno a la Razón o en lo referente a los regímenes de “socialismo real”, cuyo dogma sacrosanto era un marxismo de pacotilla.

Ahora bien, lo que no se suele tener en cuenta es que los movimientos que tratan de subvertir el orden establecido en tales sociedades participan igualmente de esa “verdad social”; con el resultado de que, si consiguen subvertir el orden establecido, perpetúan las relaciones de dominio bajo otra forma; tal como sucedió con la burguesía en su rebelión contra el orden aristocrático en la Revolución Francesa o como ha sucedido en los regímenes de “socialismo real”, donde la casta dirigente de los partidos comunistas ha ocupado el lugar de la antigua clase dirigente.

¿Cuál es la novedad radical que, frente a lo anterior, implican las formaciones sociales que forman parte de la presente fase semiocapitalista? Que, como he argumentado en mi libro, la religación social del gran colectivo de los trabajadores-consumidores no tiene lugar a través de la asunción de un determinado dogma o “verdad”, sino que se plantea sin disfraz de ningún tipo a través de las actividades cotidianas de consumo y ocio, que son en la práctica los instrumentos de que se vale la casta dominante para ejercer la valorización del capital y la consiguiente dominación social. Y de ahí proviene el “imaginario imaginarizado” del que estamos hablando: un tipo  de religación social que no se plasma en ningún género de “verdad”, cuyo acatamiento sea condición para estar en sociedad, sino que se ejerce a través de las actuaciones cotidianas, de consumo y ocio, de la gran mayoría social..

¿Qué se puede concluir de lo anterior con respecto a la pregunta de José Luis Fernández? Dos respuestas provisionales cuanto menos: 1) que los “nuevos movimientos sociales” pueden y deben plantearse al margen de los tradicionales planteamientos doctrinales y  en el marco de tales  actividades cotidianas de consumo y ocio, tal y como ya sucede en la actualidad en numerosos casos; y 2) que la ausencia de anclaje doctrinal de que estamos hablando, en forma del “imaginario imaginarizado”, abre la perspectiva de una sociedad poscapitalista que no se limite a reproducir, bajo otra forma,  los mecanismos de dominación que caracterizan a las actuales  formaciones sociales de índole capitalista.


[1]https://www.youtube.com/watch?v=iz8b4l4YYBo&list=PLnzVQIoo3PAgBTAYfkhtTvCe712ZJ_84m&index=13&pp=gAQBiAQB

[2] A. Caro, Semiocapitalismo. Del producto a la marca, de la mercancía al signo/mercancía, Ediciones Sb, colección deSignis, serie Contemporánea, Buenos Aires, 2023.

Comentarios

Entradas populares de este blog