Imaginario imaginarizado y nuevos movimientos sociales (2)
Incidiendo
en la pregunta del catedrático de la Universidad de Buenos Aires, José Luis
Fernández: ¿qué efecto puede tener en los nuevos movimientos sociales la
vigencia de un imaginario imaginarizado, que no se plasma en el acatamiento
colectivo a una determinada doctrina o una ‘verdad’ de cualquier tipo, cuyo
acatamiento venga a ser el requisito del ejercicio de socialización por parte
de cualquier individuo, tal como ha sucedido a lo largo de la historia?
Y
la respuesta viene a ser la siguiente: en la posibilidad ‒en el sentido
que entendía este término Charles Sanders Peirce‒ de un nuevo género de
movimientos sociales cuyo objetivo no sea la instauración de un proyecto
revolucionario basado en la instauración de una determinada ideología ‒cuyo
destino, tal y como ha sucedido a través de la historia, sea la instauración de
una dictadura por parte de los detentadores de dicho ideología‒, sino en la
transformación de las condiciones reales de existencia que la vigencia de dicho
imaginario imaginarizado ha puesto en primer plano: tales como unas actividades
de consumo y ocio puestas al servicio de la valorización del capital, como he
puesto de relieve en mi libro sobre el tema[1]. Y en la medida que los
movimientos sociales actuando en dichos diferentes ámbitos lleguen a
ensamblarse es como se abrirá la perspectiva de una nueva sociedad, obviamente
poscapitalista, planteada a la servicio de todos y al margen de cualquier
planteamiento de carácter ideológico.
[1] A. Caro, Semiocapitalismo. Del producto a la
marca, de la mercancía al signo/mercancía, Editorial Sb, Buenos Aires,
2023.
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